Soñar con una persona fallecida y verla viva: ¿qué significa y cómo debemos interpretarlo?

Perder a alguien es un proceso difícil que deja un vacío profundo en nuestras vidas. Por esta razón, es común que estas personas nos aparezcan en sueños, donde las vemos vivas.
Todos enfrentamos esta situación en algún momento, pero eso no la hace más sencilla. La pérdida de un ser querido es una experiencia muy dolorosa, una de las más duras que vivimos como seres humanos. Por esta razón, uno de los sueños más frecuentes durante el duelo es aquel en el que encontramos a la persona fallecida, viva y a nuestro lado. Soñar con alguien que ha fallecido y verlo vivo está entre los 100 sueños más comunes, y aquí te compartimos todo al respecto.

¿Qué significa soñar con tus familiares muertos como si estuvieran vivos?
Según las interpretaciones esotéricas de los sueños, un retorno de un ser querido fallecido en nuestros sueños puede indicar que su espíritu nos ha visitado. Esto podría brindar cierto consuelo ante la pérdida. Sin embargo, la psicología ofrece perspectivas alternativas, respaldadas por la ciencia, que pueden ser más útiles.
Por ejemplo, el psicólogo Ian Wallace, autor de Descifrando tus sueños, afirma que "soñar con una persona fallecida que regresa del más allá simboliza una oportunidad para recuperar ciertas cualidades que esa persona poseía, reconectando con aspectos de nuestra identidad que creíamos perdidos".
Así, la experiencia onírica podría estar reflejando lo que sientes que te falta o has perdido, proyectándolo en esa persona. No obstante, los matices del sueño pueden aportar información adicional sobre su verdadero significado.
¿Quién es la persona que te visita?
Es evidente que soñar con un difunto desconocido es muy diferente a tener un encuentro en el mundo onírico con alguien que ha sido fundamental en nuestra vida.
Por ejemplo, si el fallecido en tu sueño es alguien a quien amabas, sin importar la naturaleza de su relación, si estaba en su domicilio o en un tanatorio, el sueño refleja tu estado emocional. Según las interpretaciones de Wallace, lo más relevante en estos sueños es que reconozcas las cualidades que esa persona simboliza para ti y que, en algún momento, también fueron parte de ti.
Por esta razón, el psicólogo sugiere que busques reintegrar las cualidades que admirabas de ese ser querido. De este modo, podrás investigar cómo esas características pueden reencontrarse contigo en tu vida diaria, manteniendo viva la esencia de esa persona en tu interior.
El fallecimiento de la pareja
Otra posibilidad es que la persona fallecida en tus sueños haya sido tu pareja. En este caso, frente a una de las pérdidas más dolorosas que podemos experimentar, es posible que tu inconsciente la traiga a tu mente porque te sientes culpable por haber continuado con tu vida.
Esto es especialmente común si habías asumido un compromiso de por vida, como el matrimonio. La muerte provoca una ruptura, y aunque debas seguir adelante, puede que una parte de ti sienta remordimiento por ello. Esta sensación es lo que podría desencadenar esos sueños.
¿Qué sucede en tu sueño?
El significado de este sueño inusual puede variar considerablemente, no solo dependiendo de quién sea el difunto que te visita, sino también según lo que suceda durante el sueño.
Por ejemplo, si la persona fallecida te abraza en el sueño, es posible que tu inconsciente simplemente esté señalando que extrañas profundamente a esa persona, especialmente todo lo que te hacía sentir, así como la protección y compañía que te brindaba.
Hablar con los muertos

Por otro lado, si en tu sueño hablas con un difunto, es posible que la cualidad que sientes perdida esté relacionada con la comunicación o con lo que esa persona te está transmitiendo. Esta idea se vuelve especialmente relevante si la conversación tiene un significado profundo y no es solo un episodio trivial. Recuerda lo que escuchabas en el sueño y las emociones que te generaban esas palabras, ya que podrían ser muy reveladoras.
Una experiencia similar es narrada por el psiquiatra James Hall en su obra Interpretación junguiana de los sueños, donde cuenta que uno de sus pacientes, que llevaba una vida bien adaptada, soñó que una voz poderosa le decía: “¡No estás viviendo tu vida auténtica!”. La fuerza de esa afirmación tuvo un impacto significativo en su vida, ayudándole a darse cuenta de que sus perspectivas no eran del todo claras. Por lo tanto, presta atención a lo que te dice esta persona, ya que puede ser una señal de que no estás siendo fiel a tus valores, creencias o deseos.
El rostro del fallecido
Otra posibilidad es que en tu sueño logres ver el rostro de la persona fallecida, lo que, según ciertas creencias populares, podría ser un presagio de que el difunto intenta advertirte sobre algo importante o hacerte recordar algo olvidado.
Sin embargo, desde el enfoque psicológico, no hay nada alarmante en este tipo de sueños. La revelación del sueño puede señalar que, tras la muerte de esa persona, estás descubriendo, a través de anécdotas o secretos revelados post mortem, una nueva faceta de su personalidad. Este es un proceso natural del duelo, y no deberías sentir miedo por ello.
Además, podría simbolizar que algo que esa persona representa para ti está oculto, y que es el momento de liberarlo. Tal vez estés reprimiendo emociones o negando parte de tu identidad, y este sueño podría ser una invitación a abrazar tu verdadero yo.

Los presagios de soñar con los difuntos
De acuerdo con diversas fuentes esotéricas y la cultura popular, soñar con alguien que ha fallecido puede interpretarse como una visita de su espíritu. Se sugiere que su alma se acerca a nuestra vida debido al vínculo emocional que compartimos o para comunicar un mensaje importante.
Sin embargo, la ciencia indica que esta idea es poco probable, casi imposible. Los sueños no ocurren en el exterior, sino que son el producto de nuestro inconsciente.
Por lo tanto, es más adecuado adoptar la interpretación prevalente en la psicología. Esta teoría sostiene que no se trata de un fantasma visitándonos, sino que nuestro inconsciente está enviándonos una señal. Esta señal podría indicar que hemos "matado" una parte de nosotros mismos que, de alguna manera, está relacionada con la persona fallecida y que aún puede revivir.
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